viernes, 26 de septiembre de 2008

El Fantasma de ella...

La vida en la ciudad de San José, más que el caos vial y las constantes emisiones de humo, es una aventura mágica en la que cada día suceden miles y miles de historias que marcan nuestras vidas, las vidas de otros y la vida mas inconmensurable y lejana a nuestro alcance, sucede que aveces bajo cualquier aguacero caótico, en cualquier techito donde nos refugiamos, se encuentra el momento más sensible del día, del mes o de la vida. Es ese instante inconcluso que forma parte de las casualidades irremediables de las cuales Borges nos advirtió tanto, así me sucedió un día cualquiera, al igual que le sucede a miles de personas en este constante tragin de una ciudad que se ahoga en dicotomías y contradicciones, pero que siempre conserva ese romanticismo muerto y resucitable (dependiendo de la esquina). Ella sentada ahí, exactamente en el lugar donde menos la busque, en ese lugar inimaginable y totalmente ajeno a su persona, sus ojos clavados en mi impresionada mirada; así es como percibes esos momentos que se plasman en tu alma, mente y miles de expresiones inexplicables para un ser humano que todavía esta petrificado, en busca de esa casualidad perfectamente planeada.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Abriendo Espacio.

Aveces los días son tan cortos para las ideas, o tal ves tan solo se nos aleja de cualquier posibilidad de pensar en algo tan precioso o simple como el viento que nos toca la cara, mucho se habla de lo horrible y asqueroso, mucho se habla del cansancio y el estrés, pero muy poco de la belleza de mirar, contemplar y oír; el ser humano se ha convertido en un ser inútil que cumple funciones inútiles e irracionales, para el uso social de un área o fin desconocido para sí mismo. Es cuando nada se nos da como sentimiento y nos basamos en la función, que se debe preguntar que es lo que nos hace felices.