Un cuadrito medio gris muestra a mamá sobre un caballito de juguete, una fotografía grisácea de 1967. Eso una pausa que en donde el caballito siempre esta vivo y siempre que se ve, se sonríe.... El poder de la fotografía es un maremoto gigante de emociones, existen fotografías que inspiran, otras que hacen que la familia se le nuble la vista con ojos llorosos, algunas nostálgicas de un tiempo hermoso que ya se fue y unas tantas que sacan sonrisas hasta en el mas equilibrado.
Mi primera cámara se perdió en un parque en gringolandia, con todas sus fotografías del pato donald y sus amigos, luego vino una Olymnpus compacta de rollo, seguida de una camarita compacta digital Sony... La verdad la espinita siempre estuvo ahí, saque algunas fotos improvisadas, hasta que un día la suma del ahorro daba para comprar una cámara mas profesional, lo que dio como resultado a Juana, una Nikon D40 de un lindo negro, la cual aun debo pero se va bien...
Los libros fotocopiados de la Gi en la almohada, junto a esa edición preciosa de los mejores fotógrafos del siglo XX. Las ganas de sacarle foto a todo, pero esa espinita de que hay que hacer... No en técnica sino en composición y exprecion. Cansarse bastante de las imagenes azucaradas que llenan la fotografía publicitaria, o los sinsabores menos humanos de la fotografia periodística. Es ese el papel mas difícil, el alma... Cuando estudiaba guitarra clásica uno de mis profesores repetia como cassette loco, sienta el alma de la pieza, ya la toco bien pero no tiene alma, siéntala.
El alma, que camino utilizar para que decir y ni saber pero descubrir el porque del tal vez del decir y aun mas importante del sentir...
Ver, poner el ojo en el visor, no respirar, oprimir-ver.....
Hay que sentir y ver bastante para meterse en en la imagen que uno busca por todas partes.....