Lo de la botella ya fue, se tomo, se acabo, se vuelve a tomar. Lo de las pastillas, guardadas en el cajón, casi se acaban; lo de los cigarrillos pocos los que aun me quedan. Lo de la cajita sin luz, aun cerrada, sin algún bastión de luz, lo de las rizas viejos tiempos, lo de las noches felices, solo en el recuerdo. Lo de la soledad, aquí junto a mí; y lo de sentirse acompañado, abrazado??? Volando en el pasado...
Como algo muy latente es vivir, sin estar vivo. Seco como una fruta tirada en el suelo. Un tal caminante anónimo sin mucho que hacer en el día o en la noche. Algo poco sensitivo, que dejo cualquier rezago de ser amado, tirado por ahí...
Cuando la casa del amor, te deja tirado, cuando te quedas por ahí, bebiendo de a poco, empastillandose hasta quedar totalmente sedado, cuando te levantas para el amanecer, envuelto en mares inútiles de lágrimas, arrullado por el humo insensato y asqueante de un cigarrillo, que fumas sin ganas de fumar.
Y entonces se repite el circo, la clase, un saludo y otro pretendiendo que nada pasa, que todo esta bien; la mañana, la tarde, la noche.... caminar por ahí sin nadie, leer en cualquier jardín, acostarse por ahí solo para darse cuenta que ni siquiera ya vos estas ahí.
Cafés con leche, almuerzos y tardes, en cualquier rincón de restaurante (el más escondidito), una que otra lágrima de ves en cuando, y luego buscar el frasco para sentirte un poco mejor, y luego comprar otro frasco para sentirte por lo menos un poco muerto en vida.
El bus y tanta gente, tantos respirando, abrazándose, besándose y por ahí el chico de anteojos que ya dejo de ver, porque después las lágrimas se pueden venir y nadie tiene la culpa de que el chico de antojos llore atrás en el bus, solito como me dijo alguno....
Pues bien así es como se debe aceptar aveces el arrollador huracán, cuando la soledad y la nostalgia, y la tristeza y el abandono y tantas miles de cosas... te señalan, y entre tantos te escogen...
"no necesito de nada ya, porque nada ya esta juanto a mí"
Como algo muy latente es vivir, sin estar vivo. Seco como una fruta tirada en el suelo. Un tal caminante anónimo sin mucho que hacer en el día o en la noche. Algo poco sensitivo, que dejo cualquier rezago de ser amado, tirado por ahí...
Cuando la casa del amor, te deja tirado, cuando te quedas por ahí, bebiendo de a poco, empastillandose hasta quedar totalmente sedado, cuando te levantas para el amanecer, envuelto en mares inútiles de lágrimas, arrullado por el humo insensato y asqueante de un cigarrillo, que fumas sin ganas de fumar.
Y entonces se repite el circo, la clase, un saludo y otro pretendiendo que nada pasa, que todo esta bien; la mañana, la tarde, la noche.... caminar por ahí sin nadie, leer en cualquier jardín, acostarse por ahí solo para darse cuenta que ni siquiera ya vos estas ahí.
Cafés con leche, almuerzos y tardes, en cualquier rincón de restaurante (el más escondidito), una que otra lágrima de ves en cuando, y luego buscar el frasco para sentirte un poco mejor, y luego comprar otro frasco para sentirte por lo menos un poco muerto en vida.
El bus y tanta gente, tantos respirando, abrazándose, besándose y por ahí el chico de anteojos que ya dejo de ver, porque después las lágrimas se pueden venir y nadie tiene la culpa de que el chico de antojos llore atrás en el bus, solito como me dijo alguno....
Pues bien así es como se debe aceptar aveces el arrollador huracán, cuando la soledad y la nostalgia, y la tristeza y el abandono y tantas miles de cosas... te señalan, y entre tantos te escogen...
"no necesito de nada ya, porque nada ya esta juanto a mí"