martes, 2 de diciembre de 2008

El aire de la libertad


La gran pampa guanacasteca se abre entre la carretera, los vientos del norte chocan con las brisas marinas del pacifico, y el polvo de los golfos chocan con el automovil. Es Guanacaste en todo su esplendor el que se abre; una tierra magica, misteriosa y esperanzadora.
Conforme sigo mi camino hacia el norte de la provincia, cada vez me pierdo más en sus paisajes gigantes, amplios y libres; sus vientos me traen nostalgias, canciones, recuerdos y sueños. De todo esto me siento pequeño ante tanta belleza.
De cuando en cuando cierro los ojos y te siento, de cuando en cuando vuelo mirando el horizonte vasto, mientras el automóvil no se detiene. La esperanzas y miles de besos se lleva y trae la pampa, los arboles, los potreros y los olores mágicos de esta provincia.
Es en ese instante inolvidable que me divido, me escapo y dejo atrás los adoquines y los viejos dolores. Planeo arriba de los hoteles lujosos o de las tiendas caras, o tan solo de los miles y miles de anuncios y rótulos en ingles que aunque manchan los vientos, no les roban la esperanza y la magia.
Así se va cayendo el sol sobre el horizonte, se va poniendo la gigante luna y yo totalmente perdido ya no pienso en odios o egos, solo en lo que me trae tanto tiempo y lo que será de felicidad en los viejos recuerdos.
En este mundo lleno de contradicciones y dicotomias profundas la libertad es más que lo que roban las banderas ajenas o los edificios gigantes y fríos, porque aquí el alma sobrevive a tanto frió, a tanto plástico marchito y deseos vanos.
Al final la noche inunda la inmensidad y entonces resuenan en el fondo un pasillo y un tambito, en donde el romanticismo guanancasteco se cambia y aparece una gran caarpa de colores, sabores, sonidos y movimientos. Delante de todo ella mueve su cabellos, su escencia al son de mis acordes incuerentes por los licores exoticos de la pampa, y es asi como más aturdido por la noche, Guanacaste, la luna, los sonidos, los sabores, las contradicciones, me entrego a la fuerza de este pueblo gigante de corazon e indifunible en escencia.



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