A Pablo
En el cuarto oscuro de la memoria... están... están ahí, entre la letra de Joaquín y las pajillas tiradas en todo el suelo.... gigantes como un mar invencible en el que se escabulle el suspiro reconcabo de algo más.... Es como cuando en aquella época en que las mañanas en ayuna y tan aburridas se endulzaban entre canciones, esperando la época mejor, que llegara....
Teníamos todos esos sueños, esos desdenes, esas tristezas y esas esperanzas. Una vez nos encerramos en aquel cuarto de alfombra azul, antes de la fiesta y vos propusiste aquel acto religioso de fumarnos la biblia con todo el creer de sus palabras, y lo hicimos... o raro aquel martes en que te comiste todo lo de la bolsa y entonces pal hospital, vos a tu casa a contar y yo en el cuarto negándolo todo sin dejar de decir todo já.....
Podría citar tantas de tantas, de cuando me caí en el suelo de la ausencia y vos me ayudaste a seguir en el camino roto. Si bien se nos hizo largo el tiempo de alguna llamada para preguntarte como estabas? o vos para preguntarme como estaba?....
Más que cualquier teléfono esta este instante donde llamas y yo respondo con todo el aire en mis pulmones, que acá estamos y que todo va salir bien
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