Se vino

No sabía que las felicidades duraban un segundo, que el cromático cambio de los sentidos podían ser rápidos he incautos, y en donde vos no te darías cuenta. Salgo de la habitación donde conversan los cisnes, camino pocos metros, mirar a la izquierda y vos ahí, algo francesa, algo perdida. Te conozco desde tanto y cada vez te descubro más. Alemania se te acerca, me lo contás en medio del frió de agosto, ese agosto con el cual me llevaba bien. De pronto ese huracán típico se cae, nos empapamos, caminamos sin miedo a las gotas, yo te cuento el frío, como entra en el huesos, o te digo un bla y otro, al lo que me respondes como dice tal "no hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamas sucedio" Pero miramé y decime que no me equivoco.... Nunca te equivocas... Me decis que el movimiento, que la U va cansadisima y que ya queres volar hasta Alemania, hacer la prueba y quedarte alla, bailando toda la vida, sin más que sentir, que la danza y los amaneceres. Entonces te miro y me sonrio, siempre lo supe, vos lo ibas a lograr.
Es raro, volver a caminar por este mes, y aun más raro leer las anotaciones del Book pequeño o saber quel agueacero te trae la noticia, de que la amiga con la cual hablabas de sueños, los esta logrando.


Agosto 29:
Cabe preguntarse profundamente, como dentro de la variedad de miles de personas, ella decidio preguntar mi nombre.